El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha superado sus propias reglas para matar. A las decapitaciones, cuerpos bombas y otros métodos brutales y sanguinarios de asesinar a sus enemigos y víctimas, se suma una nueva forma de sufrimiento: la del canibalismo.
Según revela un informe de la Quilliam Foundation, que tuvo acceso a los textos de enseñanza en las escuelas del ISIS, los militantes de alto rango le enseñan a los otros combatientes cómo comer la carne de sus enemigos asesinados.
Los terroristas han desarrollado un argumento teológico para justificar el canibalismo si las provisiones son escasas durante su Jihad o guerra religiosa. Así, enseñan qué partes del cuerpo de un enemigo comer y cómo prepararlo.
La noticia se conoce luego de una madre desesperada fuese alimentada con los restos de su hijo secuestrado. Ella escapó de los yihadistas y contó todos los abusos a los que fue sometida.
Ella había llegado hasta un cuartel de ISIS buscando información sobre su hijo desaparecido en Mosul, Irak. Como la vieron cansada, la invitaron a comer antes de ver a su hijo, pero luego le informaron que la comida que le habían servido eran sus restos.