El está tomando medidas extremas ante la pérdida de territorios, combatientes y ganancias petroleras. Ante esta situación, busca los gravámenes fiscales más originales.

Por ejemplo, quienes viven en una zona controlada por el grupo terrorista se enfrentan a multas de 100 dólares por dejar la puerta de casa abierta. Por otra parte, cualquier simpatizante del Estado Islámico es multado con 20 dólares si se equivoca en un examen aleatorio sobre la ley coránica, informa ‘Daily Mail’ citando a la agencia analítica IHS.

Hay impuestos específicos para hombres y para mujeres. Estas últimas pagarán 25 dólares si llevan ropa demasiado estrecha o 30 dólares por no llevar calcetines. Los hombres que se retoquen la barba desembolsarán 50 dólares.

El listado de multas e impuestos se extiende incluso al ganado: por cada oveja con cencerro su dueño tendrá que pagar 10 dólares y además perderá al animal.

Los musulmanes que no pertenezcan a la rama suní y cualquiera que ya ha trabajado para el anterior Gobierno deberá adquirir un certificado ‘de arrepentimiento’ que cuesta entre 200 y 2.500 dólares.

La población que controla el Estado Islámico ha descendido de 9 millones a 6 millones de personas, por lo que la cúpula extremista tiene que recurrir a estas medidas desesperadas para mantenerse a flote financieramente, según explican algunos expertos.

“Queda menos gente y negocios a los que cobrar impuestos, lo mismo sucede con las propiedades y tierras confiscables”, precisó Columb Strack, analista de IHS, citado por Reuters.

“Los impuestos suponen el 50% de los ingresos mensuales del Estado Islámico y abarcan casi cada aspecto de la vida de la población”, comentó su compañero de trabajo, Ludovico Carlino. (Foto: RT en español)

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