Según informó la BBC Mundo, el discurso fue elaborado por los funcionarios del gobierno en 1983 mientras la OTAN realizaba juegos de guerra durante uno de los períodos más tensos de la Guerra Fría.

En el discurso, que nunca fue grabado, la reina iba a instar a la nación a permanecer firme y describía la amenaza a Gran Bretaña como más grande que cualquier otra en la historia. Iba a ser leído al mediodía del viernes 4 de marzo de 1983.

“Ahora, esta locura de la guerra una vez más se esparce por el mundo y nuestro valiente país debe volver a prepararse para sobrevivir frente a grandes dificultades”, dice el discurso.

En el ejercicio de juegos de guerra, las fuerzas del bloque naranja, representando a la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia, lanzaron un ataque con armas químicas en el Reino Unido.

“Nunca he olvidado el dolor y el orgullo que sentí cuando mi hermana y yo nos apretábamos contra la radio para escuchar las palabras inspiradoras de mi padre (Jorge VI) en aquel fatídico día de 1939 (en el inicio de la II Guerra Mundial)”, agrega.

Agregando un toque personal, el guión continúa: “Mi marido y yo compartimos con las familias de toda la tierra el miedo que sentimos por los hijos e hijas, maridos y hermanos que han salido de nuestra parte para servir a su país”.

“Mi amado hijo Andrew está en este momento en acción con su unidad y oramos constantemente por su seguridad y por la seguridad de todos los hombres y mujeres en el país y en el extranjero. Este es el estrecho vínculo de la vida familiar que debe ser nuestra mayor defensa contra lo desconocido”, anotó.

“Si las familias permanecen unidas y decididas, dando refugio a las personas que viven solas y sin protección, la voluntad de nuestro país para sobrevivir no puede ser quebrantada”, precisa.

Y añade: “Mientras que nos esforzamos juntos para luchar contra el nuevo mal, oremos por nuestro país y los hombres de buena voluntad, donde quiera que sea. Dios los bendiga a todos”.