Canadá se convirtió en el séptimo territorio afectado por la ahora tormenta tropical Irene. Tras un muestrario de destrozos en Estados Unidos y el Caribe, en Quebec permanecen miles de familias sin electricidad.

Según reportes de televisión, las advertencias sobre fuertes lluvias y vientos continúan este lunes para las provincias canadienses del Atlántico, una zona donde el meteoro llegó aún con ráfagas de 90 kilómetros por hora.

Asimismo, la tempestad obligó a dejar en tierra a cientos de aviones, paralizó líneas de buses y trenes, derribó docenas de árboles y cortó el suministro eléctrico a decenas de miles de clientes.

La corporación energética Hydro-Quebec confirmó que al menos 248 mil residentes en esa jurisdicción durmieron en la oscuridad desde el pasado domingo para lunes, mientras brigadas de mantenimiento trabajaban desde esta madrugada para intentar restablecer el servicio.

Chris Fogarty, experto del Centro Canadiense contra Huracanes, explicó que, aunque ha mermado en intensidad y velocidad de desplazamiento, la tempestad todavía es peligrosa para las áreas de Bahía Fundy, New Brunswick y Nova Scotia, informó Prensa Latina.