Irene perdió su fuerza de huracán y fue degradado a tormenta tropical luego de que su vórtice llegó a Coney Island, en Nueva York, informó el domingo el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.

Los meteorólogos dijeron que los vientos de Irene se redujeron a 105 kilómetros por hora (65 mph). Irene podría adentrarse aún más a la zona de Nueva Inglaterra por la tarde. Las autoridades advirtieron también que es posible que haya tornados aislados en el noreste del país a lo largo de la mañana.

Las inundaciones comenzaron a afectar a algunas calles situadas a la orilla de la ciudad de Nueva York. Las autoridades de la ciudad dijeron este domingo que las lluvias caídas durante la útima noche superaron la capacidad de descarga del alcantarillado, lo cual causó corrientes en las calles.

El agua de mar procedente del puerto de Nueva York alcanzaba la orilla de la acera del parque Battery, en el extremo sur de Manhattan.

A lo largo de la costa, en los vecindarios exteriores, las inundaciones eran peores. El agua del océano llegaba a las calles principales de Rockaways, una península en Queens cuya evacuación ordenó el alcalde Michael Bloomberg.

En Brooklyn, algunas calles de Coney Island también estaban bajo el agua, y en Red Hook, a lo largo del puerto, el agua había penetrado hasta 91,5 metros (100 yardas).

Las calles de la ciudad de Nueva York quedaron vacías, el tren subterráneo suspendió el servicio y en toda la metrópoli imperaba una tensa calma. Washington DC se preparó también para la llegada de Irene, lo mismo que Filadelfia, la costa de Nueva Jersey y el área metropolitana de Boston.