encontró la compañía perfecta para sus viajes: su gata Amelia. Navegan alrededor del mundo y, según sus publicaciones en , están teniendo los mejores momentos de sus vidas.

Clark, que adoptó Amelia cuando la gata tenía sólo seis meses de edad, siempre quiso viajar por el mar y ello se cristalizó luego de dos años que le duró la restauración de un viejo barco construido en la década de 1960. Es entonces, que decide partir con su inusual compañera.

La aventura comenzó en 2006 en la embarcación que, irónicamente, se llama Tropicat. Amelia ha demostrado tener buenos dotes para la marina, peros sus aventuras no solo se han limitado al mar, sino también en tierra firme han sabido disfrutar del senderismo, escalada de árboles y entrañables paseos por las playas.