Tras referir que no espera que el presidente sirio, Bashar al Asad, cumpla con este llamado, adelantó que un eventual ataque contra Siria sería pequeño y muy limitado, y con “objetivos muy claros”.

Para el funcionario estadounidense, el riesgo de no actuar resulta mayor al riesgo de una intervención, al considerar que dicho país podría repetir un ataque con armas químicas.

Kerry llegó a Londres, para lograr el respaldo político a un eventual ataque a Siria, sin embargo el parlamento británico ha expresado ya su negativa a esa posibilidad.