El dolor por la muerte de 51 personas en el accidente ferroviario en Buenos Aires, Argentina, dio paso a la indignación por la negligencia política, los errores durante las tareas de rescate y la precariedad del transporte, en especial tras conocerse que pudo haber un fallo en los frenos del tren.

“Bronca”, “conmoción”, “furia” y “dolor” son las palabras que dominan los titulares de las portadas de los principales periódicos en dicho país, donde se multiplican los análisis de las causas que llevaron a esta tragedia que ha sacudido al país.

El accidente se produjo el pasado miércoles, en plena hora punta matinal, cuando un convoy con ocho vagones procedente de la localidad bonaerense de Moreno se estrelló contra la terminal de la vía en la estación Once, una de las tres más importantes de la capital, causando 51 muertos y más de 700 heridos.

Mientras arrecian las críticas por la falta de controles y las denuncias de los trabajadores ferroviarios por el mal estado de las formaciones, el maquinista del tren declaró ante el juez que investiga los hechos que intentó frenar dos veces y que luego utilizó el freno de emergencia, pero que los mecanismos no funcionaron.

El maquinista Marcos Antonio Córdoba, de 28 años, fue imputado por “estrago culposo” -delito para el que se prevé una pena de seis meses a tres años de prisión y, tras prestar declaración indagatoria, quedó en libertad por decisión del juez.

En tanto, en las redes sociales continúa el alud de menciones sobre la tragedia, con comentarios de indignación por lo sucedido y reclamaciones para que las autoridades den explicaciones.

Fuente: Lne.es