Lo único que Finley puede comer sin enfermarse son los dulces. Cualquier tipo de alimento que Finley ingiera lo hace sangrar internamente.

Debido a ello, se ha sometido a una serie de pruebas genéticas en el Hospital Great Ormond Street, en Londres, en un intento de identificar la causa de su extraña enfermedad, motivo por el cual ya ha tenido 10 operaciones.

A pesar de su corta vida, se ha adaptado a vivir con una dieta de 10 dulces al día, además tiene que ser alimentado seis veces al día a través de un tubo para sobrevivir.