Un anciano de 93 años saltó por primera vez en paracaídas desde un avión, a más de tres mil metros de altura, solo para cumplir una promesa a su fallecida esposa.

Ni un triple bypass de corazón, o la osteoporosis, o los problemas de visión detuvieron a Jack Hake, quien se tiró desde tres mil metros de altura con las cenizas de su esposa, un sueño que habían planeado hacer realidad juntos 70 años atrás.

El salto tiene fines benéficos, Jack donará lo que recaude al hospital que trató a su mujer, de 95, hasta su muerte. Por ahora ha obtenido 600 libras, más de 700 euros, y espera alcanzar las mil libras, unos 1,200 euros.