UNICEF ha hecho el mayor llamamiento de su historia y pide más de 2.700 millones de euros para poder proteger a los pequeños, los más afectados cuando se producen estas situaciones.

La de Ucrania, aun estando en Europa, es una de las crisis humanitarias olvidadas. Un año después del inicio del conflicto, hay 5,2 millones de personas viviendo en zonas de guerra, de las que 1,7 millones son niños.

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Asimismo, en la República Centroafricana más de 2,5 millones de niños no pueden acceder a servicios básicos y son víctimas de la violencia y el reclutamiento forzoso por el conflicto inter-étnico en este país.

Del mismo modo, la hambruna en Sudán del Sur es una amenaza real para unos 235.000 niños con desnutrición aguda grave. Son las víctimas inocentes del conflicto que sufre este joven país desde finales de 2013.

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Casi cuatro años de guerra están dejando profundas cicatrices en 5,6 millones de niños que sufren situaciones extremas dentro de Siria: pobreza, desplazamiento y estado de sitio. Lo mismo ocurre con 1,7 millones de niños sirios refugiados en Líbano, Jordania, Irak, Turquía y el norte de África.

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