La localidad húngara de Ásotthalom le ha puesto un alto a los refugiados, homosexuales o musulmanes y ha prohibido su ingreso. De hecho, oficialmente, todo el que no sea blanco y cristiano no será bienvenido en el pueblo. Así lo dijo el propio alcalde ultranacionalista Laszlo Toroczkai.

“Ni mezquitas, ni indumentarias islámicas, ni parejas homosexuales, todo ello bajo el lema “¡Ásotthalom defiende sus tradiciones!”, reza un cartel en la entrada del pueblo.

Hace poco más de tres años la arrolladora victoria que obtuvo como candidato a la alcaldía, con más del 70% de los votos, llamó la atención de la prensa internacional. Por aquel entonces, en su campaña electoral prometía hacer frente a las mafias locales, estabilizar el presupuesto y promover una democracia participativa donde toda decisión sería tomada en consenso con los habitantes de Ásotthalom. Sin embargo, también quería promover la inversión local y extranjera para reactivar su economía, con la cooperación de Turquía, Rusia y Croacia.

Un poco más tarde, volvió a alcanzar notoriedad internacional por publicar un amenazante video casero para disuadir a los potenciales refugiados de acceder a su aldea.

“No quisiéramos atraer a musulmanes a nuestra aldea ya que es muy importante preservar sus tradiciones. Si un gran número de musulmanes llegara aquí, no serían capaces de integrarse a la comunidad cristiana”, dijo.

“Me gustaría que Europa pertenezca a los europeos, que Asia pertenezca a los asiáticos y África a los africanos. Así de simple”, agregó.

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