Tristemente el cáncer empieza a ser una enfermedad común entre los mandatarios latinoamericanos. El presidente Hugo Chávez (58) murió de un cáncer avanzado que hasta el día de su muerte fue todo un misterio.

Al mandatario venezolano se le diagnosticó cáncer a finales del 2011. Desde entonces la información sobre qué tipo de cáncer y qué tan avanzado fue todo un misterio. El 20 de junio del 2012 se le extirpó al mandatario el tumor, en una intervención que se le hizo en un especializado en cánder en La Habana, Cuba.

Asimismo, el sorpresivo anuncio del presidente Juan Manuel Santos cuando dijo que sufría de cáncer a la próstata. Él es el sexto caso de mandatarios latinoamericanos aquejados por esta enfermedad.

La presidenta argentina Cristina Kirchner había sido la última en hacer pública su enfermedad. Fue diagnosticada con un cáncer de tiroides el pasado 27 de diciembre de 2011.

Con mucha reserva también se trató el caso de Fidel Castro, el líder de la revolución cubana, quien tuvo que apartarse del poder en julio de 2006 por una grave enfermedad que se cree que es cancerosa.

En agosto del 2010, quien daba la noticia era el entonces presidente paraguayo, Fernando Lugo, quien fue diagnosticado con un linfoma no Hodgkins que resultó ser no agresivo.

En Brasil, tanto su actual mandataria Dilma Rousseff como su antecesor Luis Inácio Lula da Silva también padecieron esta enfermedad.

A la primera se le diagnosticó cáncer en el sistema linfático en el 2009 y desde su tratamiento en septiembre del mismo año los médicos la consideran completamente curada.

Entre tanto, el expresidente brasileño (2003-2010) fue diagnosticado con un tumor en la laringe.

Cabe indicar, en 1997 se detectó cáncer, un granuloma en la lengua al entonces presidente del Perú, Alberto Fujimori.

En el caso de Fujimori, la enfermedad no se encuentra en estado terminal, pero en estos trece años ha tenido eventos de recurrencia, por lo que el control médico tiene que ser estricto.