El ex prisionero de un campo norcoreano, Kim Kwang-il, es uno de los 80 supervivientes y desertores que dio su testimonio a la Comisión de Investigación de Naciones Unidas que publicó un informe sobre las violaciones a los derechos humanos cometidos por Corea del Norte.

Kim, que contó su experiencia en agosto de 2013 en una audiencia pública en Seúl, también entregó a la comisión unos dibujos que describen las torturas y las brutales condiciones de vida en los campos del régimen de Kim Jong Un que fueron incluidos en el informe de la ONU.

Las imágenes han sido calificadas de desgarradoras por su crudeza.