Un ejército de barrenderos y basureros mantiene las calles limpias en el centro de Hong Kong, pero en la periferia, crecientes montañas de residuos son testimonio de la crisis ambiental que denuncian activistas y que es reconocida por el propio gobierno.

La ciudad, ex colonia británica y actual territorio chino, parece bien cuidada, pero sus tres enormes basureros al aire libre están abarrotados y se prevé que superen su capacidad para 2020, según el Departamento de Protección Ambiental del Gobierno (EPD, por sus siglas en inglés). Uno de ellos podría estar completo en uno o dos años, afirman algunos.

“Tenemos que tener una hoja de ruta clara para la reducción de residuos, de lo contrario nuestra basura estará en las calles en siete años”, dijo el científico ambiental Jonathan Wong, de la Universidad Bautista de Hong Kong.

La mayoría de las 13.000 toneladas de basura que llegan cada día a los vertederos de Hong Kong forma parte de los llamados “residuos sólidos urbanos” (RSU), generados por hogares, empresas e industrias.

Con más de 7 millones de habitantes, Hong Kong envía diariamente 1,3 kilos de RSU por persona a los vertederos. La mayor parte es “basura doméstica”, de hogares e instituciones, incluidas las escuelas, y desechos recogidos por los servicios de limpieza pública, desde alimentos hasta muebles.

Fuente: Infobae.com