Friso, de 44 años, sufrió el 17 de febrero de 2012 un accidente de esquí en la localidad austríaca de Lech y desde entonces nunca pudo recuperar la plena consciencia.

Nació un 25 de septiembre de 1968 como segundo hijo de los entonces príncipes herederos de Holanda. Aunque se conformaba con ser el segundo en la línea sucesoria, bromeaba sobre la posibilidad de poder llegar a monarca en caso de imprevistos.

Amante del anonimato, Friso pasó al primer plano sin pretenderlo. Primero cuando en 2001 se vio obligado a desmentir rotundamente rumores sobre su supuesta homosexualidad, alimentados por el desconocimiento de las novias del príncipe y sus buenas maneras.

Luego, cuando antepuso el amor a sus derechos dinásticos para casarse en 2004 con Mabel Wisse Smit. Tras su matrimonio, no solo dejó de ser miembro de la Casa Real, sino que se despojó de su primer nombre, Juan, solicitando que se le llamase Friso a secas.

Sin embargo aparecía en todos los actos relacionados con la familia, que respetó su elección por la bella e inteligente Mabel, con la que tuvo dos hijas, Luana y Zaria.

Tras pasar más de un año ingresado en un hospital londinense por el accidente, Friso fue trasladado el pasado julio al Palacio de Huis ten Bosch, una de las residencias oficiales de la monarquía holandesa, donde falleció.

Fuente: EFE