Mientras que en la mayoría de países del mundo, las autoridades carcelarias no saben cómo lidiar con el gran número de presos, en esto no es un problema, porque el porcentaje ha disminuido tanto que ahora tienen que importarlos para que los trabajadores no pierdan sus puestos.

Un informe de BBC revela que la población carcelaria en Holanda disminuyó un 43% en los últimos diez años y las autoridades tuvieron que cerrar 19 prisiones. Las cifras indican que hay 57 presos por cada 100 mil habitantes.

cómo se logró el récord

Una de las causas de estas cifras bajas es la implementación de nuevos sistemas de prevención en los aeropuertos permitió multiplicar la detección de burriers que ingresaban al país con droga.

“En el servicio holandés nos fijamos en el individuo. Si alguien tiene un problema de drogas, tratamos su adicción. Si son agresivos proporcionamos terapia para controlar la ira. Si tienen problemas de dinero, les damos asesoramiento para manejar la deuda. Tratamos de eliminar lo que los llevó a delinquir. El recluso debe estar dispuesto a cambiar, pero nuestro método ha sido muy eficaz. En los últimos diez años nuestro trabajo ha mejorado más y más”, explicó Jan Roelof van der Spoel, vicegobernador de la prisión de máxima seguridad de Norgerhaven, entrevistado por la BBC.

Las estrategias de rehabilitación son múltiples. Las cárceles tienen muchos espacios abiertos y verdes. Campos de deportes. Y se busca que los presos pasen mucho tiempo al aire libre, haciendo todo tipo de actividades. Además la mayoría de presos que cumplen su condena no vuelven a delinquir.

Otro punto interesante que destacar es que los tribunales holandeses tratan de dar penas de prisión sólo a los individuos que son considerados muy peligrosos. Para el resto se buscan penas sustitutas.

“A veces es mejor para las personas permanecer en sus puestos de trabajo, quedarse con sus familias y pagar el castigo de otra manera. En Holanda tenemos sentencias de prisión más cortas y una tasa de criminalidad que está disminuyendo, lo que resulta en celdas vacías”, dijo a la BBC Angeline van Dijk, directora del Servicio Holandés de Prisiones.

problema por falta de presos

El de las cárceles vacías es paradójicamente un problema. Especialmente para los trabajadores penitenciarios, que se están quedando sin trabajo.

Para que no se pierdan más puestos de trabajo, el Estado tomó la insólita decisión de importar presos. En concreto, le alquilan celdas a Noruega y Bélgica para que alojen allí a los presidiarios para los que no tienen lugar.

críticas

Hay especialistas y políticos opositores que denuncian que una cosa es lo que muestran las estadísticas y otra lo que verdaderamente ocurre. Su argumento es que la baja tasa de encarcelamiento se debe a que se libera a personas que deberían estar presas. Y que la baja tasa de criminalidad es en realidad una muestra de que la Policía no detecta los delitos que se producen.

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