Sus trabajos parecen haber sido planeados meticulosamente, pero las sombras, líneas gruesas y finas, las proporciones exactas y experta mezcla de color son un producto de la gran capacidad de imaginación e improvisación.

El artista natural de Sudáfrica, de 29 años, piensa en sus diseños en el camino, a medida que avanza su trabajo. Jay usa las técnicas tradicionales de la pintura, como la acuarela y la tinta líquida, que trae en elementos modernos y gráficas.

Su lema en su página de Facebook resume su trabajo: “Dame un pedazo de tu piel y yo te doy un pedazo de mi alma”.

Sus clientes llegan con una idea del tatuaje y, luego de conversar con Jay, este piensa en un diseño. Él es totalmente autodidacta, sus técnicas y el estilo son poco convencionales.

“Generalmente, a partir del primer minuto de hablar con alguien, puedo ver si quieren mi estilo o si quieren que yo haga algo realista o tradicional”, cuenta Jay en declaraciones recogidas por ‘Daily Mail’.

La espontaneidad de sus tatuajes es lo que hace su trabajo original. Rompe con los límites existentes y al final la obra siempre es una gran sorpresa para el cliente.

El artista se crió en una familia china conservadora en Johannesburgo y emigró a Ámsterdam hace más de 10 años, donde ha estado viviendo y trabajando desde entonces.

Fuente: Daily Mail