Luego de la caída de Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” en 2009, los grupos bajo su control en la entidad se fragmentaron e inició la disputa por el control del tráfico de drogas y otras actividades criminales.

La Procuraduría General de Guerrero informó que los policías municipales de Iguala involucrados en los hechos del 26 de septiembre, donde desaparecieron los estudiantes, confesaron ser parte de la estructura de los Guerreros Unidos.

De acuerdo a la Comisión Nacional de Seguridad, a cargo de Monte Alejandro Rubido, se tienen identificadas las zonas de operación de dos de los grupos delictivos.

El grupo Guerreros Unidos está asentado principalmente en la zona norte del estado, donde se ubica Iguala, y su formación data del 2011. Es considerado “muy violento”, pues se le unieron “Los Pelones”, antiguo brazo armado de los Beltrán Leyva.

Además del tráfico de drogas, Guerreros Unidos desarrolla actividades ilícitas como secuestro, extorsión, cobro de piso, etc. José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, están señalados como presuntos miembros de esta organización.

Esta banda mantiene un enfrentamiento directo con Los Rojos, una organización criminal que surgió en 2011 y que opera en el estado de México, Morelos y Guerrero. Está formado principalmente por integrantes de la familia Arellano.

Los Rojos están acusados de delincuencia organizada, extorsiones, secuestros y producción de droga en La Montaña de Guerrero.

En 2012, Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, alias ‘El Bocinas’, líder de la organización, fue asesinado en el Hospital Médica Sur de la Ciudad de México presuntamente por sujetos contratados por Los Guerreros Unidos.

Fuente: Pulsoslp.com.mx