Los Gobiernos de Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Venezuela calificaron como un “golpe de Estado” la destitución de Fernando Lugo y señalaron que no reconocerán al nuevo jefe de Estado de Paraguay, Federico Franco.

Asimismo, el de Costa Rica “deploró” lo que el canciller Enrique Castillo definió como un proceso con “visos de golpe de Estado” y ofreció asilo al destituido y a sus colaboradores.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue el primero en decir que no aceptará otro presidente que no sea Lugo.

A Correa le siguieron la argentina Cristina Fernández, que dijo que no va a “convalidar el golpe”, el venezolano Hugo Chávez que manifestó que no reconoce “al írrito e ilegal” Gobierno de Franco y el boliviano Evo Morales que subrayó que no acepta “un Gobierno que no surja de las urnas y el mandato del pueblo”.

El mandatario dominicano, Leonel Fernández, pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) convocar “inmediatamente una reunión general de cancilleres, a los fines de suspender al país sudamericano de los organismos regionales”.

Fernández planteó, además, “que debe haber una acción colectiva de la comunidad internacional, a los fines de restituir al presidente Lugo en la Presidencia de Paraguay”.