La técnica de Scott es sencilla, solo necesita un juego de pinceles y la obra a desarrollar representada en una hoja de papel.

El artista comienza por aprovechar la suciedad acumulada en el auto donde creará su obra o por ensuciar él mismo el coche.

Con ésta segunda, Scott empieza limpiando con un paño el área que va a trabajar para posteriormente añadir un poco de aceite de almendra con la finalidad de que el polvo se adhiera lo más uniformemente, después, con ayuda de una secadora para el cabello, el artista esparce una especie de arena que cubra la ventanilla del coche hasta lograr una capa lisa que sirva como lienzo.

Finalmente, Scott empieza a dibujar sobre su nuevo lienzo, trazando primero las siluetas del dibujo a realizar para posteriormente, “limpiar” con un pincel más grueso las áreas que den forma a su obra.

Este pintor ha ganado enorme popularidad en su natal Texas por su habilidad para utilizar el polvo como materia prima de sus cuadros.