Gabi Mann, original de Seattle, en Estados Unidos, es una pequeña de 8 años que se ha convertido en el centro de la noticia en el mundo a raíz de un curioso incidente. ¿El motivo?

La niña disfruta pasando mucho tiempo en el jardín de su casa. Además de cuidar de las plantas, a la pequeña también le encanta cuidar de los cuervos que visitan el jardín, y ellos le están devolviendo los favores.

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Esta relación entre la niña y los cuervos empezó en 2011 cuando ella tenía solo cuatro años de edad. Gabi tenía la costumbre de dejar comida a los cuervos, que se lanzaban en picado a comer. Con el tiempo, la niña empezó a compartir su comida a propósito con las aves.

La situación llegó al punto de que los cuervos hacían cola por la tarde esperando a que Gabi llegara en el autobús. Debido a ello, en 2013 Gabi y su madre, Lisa, comenzaron a ofrecer comida a los cuervos a diario.

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Y entonces sucedió algo inesperado. Los cuervos empezaron a dejar regalos para Gabi y su madre en el comedero para pájaros. No había ningún patrón regular en los regalos: Desde un brillante pendiente a un cangrejo podrido, iban regalándole de todo.

Agradeciendo su gesto, Gabi ha ido atesorado todos los presentes de los córvidos, hasta la pinza de cangrejo. La niña los guarda envueltos de manera individual, etiquetados con fecha y por categoría.

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