Un fuerte sismo de magnitud 5,9 sacudió durante la noche a primeras horas del sábado 10 de mayo la Ciudad de México, sin que se informara de víctimas ni daños mayores.
El movimiento telúrico duró al menos dos minutos, bamboleó edificios y postes de luz, y sorprendió durmiendo a la mayoría de los habitantes de la capital. En pocos lugares las personas desalojaron momentáneamente sus viviendas por temor a derrumbes.
En algunos inmuebles hubo crujido de muros y paredes, así como agitación de bombillas eléctricas colgantes.
El temblor fue el segundo consecutivo después del de 6,6 grados del jueves y el tercero desde el de 7,2 grados del 18 de abril. Las autoridades descartaron peligro de tsunami a causa del movimiento telúrico.