En un debate equilibrado, sólido y que duró casi tres horas en la televisión, el candidato socialista François Hollande consiguió demostrar a los franceses que no es “nulo” y logró enervar hasta la exasperación al presidente candidato, Nicolás Sarkozy.

En una primera encuesta realizada por el diario Le Parissien inmediatamente después del debate, el 64,7% consideró “más convincente” a Hollande, mientras que el 35,3% eligió a Sarkozy. Hasta ahora, los sondeos para el balotaje del domingo próximo le dan una ventaja a Hollande del 53% contra un 46%. Pero son los 6,8 millones de electores que eligieron al ultraderechista Frente Nacional y los abstencionistas quienes decidirán quién será el presidente de Francia en los próximos 5 años.

“Usted es un pequeño calumniador”, dijo Sarkozy a Hollande. “Vuestra normalidad no está a la altura del desafío”, lo acusó aludiendo a la presunta falta de lustre de “Monsieur Normal”, como lo llaman al socialista. También lo llamó “Poncio Pilatos” cuando Hollande dijo desconocer la vida privada del exdirector del FMI.

Hollande contraatacó y usó su histórico humor y una filosa locuacidad para atacar a Sarkozy. “Usted tendrá problemas por hacerse pasar por una víctima y por un cordero”, le imputó.

Sarkozy se enorgulleció de su quinquenio. “No hubo divisiones, no hubo disturbios y no hubo violencia”, dijo. Hollande replicó: “Si no hubo violencia, el mérito es de la sociedad francesa”.

Al final del debate, Hollande pidió a los franceses que “no tengan miedo”, mientras que su rival buscó los votos del Frente Nacional y los del centrista François Bayrou, recordándoles que su prioridad será combatir el déficit.

Fuente: Clarín