consolidó finalmente en Suiza su soñado proyecto para la construcción de una línea ferroviaria que, pasando por su territorio, unirá el Atlántico con el Pacífico y abrirá nuevas oportunidades de comercio y turismo para su economía, mediante la firma de un acuerdo para la realización de esta obra.

“Cómo va a hacer, por dónde va a pasar y con quién se va a hacer el tren Biocéanico esto ya está definido”, dijo el presidente de Bolivia, , en una rueda de prensa tras asistir a la firma de un memorándum de entendimiento entre los ministerios de Transporte de su país y de Suiza.

En virtud de ese pacto, el Gobierno suizo se compromete a aportar conocimiento y asesoría técnica para la ejecución del megaproyecto, que estará a cargo de un consorcio privado de empresas helvéticas y alemanas creado para este fin.

¿en qué consiste?

El trazado de la línea ferroviaria unirá los importantes puertos de Santos, en el estado de Sao Paulo, en Brasil; y de Ilo, en a la provincia costera de Moquegua, en ; en un recorrido de 3.755 kilómetros y a un costo de entre 14.000 y 15.000 millones de dólares.

Su dimensión integradora para Sudamérica resulta evidente, ya que también Uruguay y Paraguay han expresado su interés en ser tomados en cuenta en estos planes.

, quien se reunió en Berna con la presidenta de turno y consejera federal (ministra) de Transporte de Suiza, Doris Leuthard, para tratar sobre las futuras obras y otros aspectos de la relación bilateral, no disimuló su interés en acelerar lo más posible el proyecto.

¿cuándo se iniciará la negaobra?

“En enero empezaremos con la oficina técnica para avanzar hacia el diseño final del proyecto y la meta que nos hemos propuesto es que esto sea en 2018”, declaró el mandatario boliviano.

Asimismo, aprovechó para invitar a Leuthard a finales del próximo año a la ceremonia de la rúbrica de contratos con el consorcio privado suizo-alemán, y anticipó que a ese acto invitará igualmente a la canciller alemana, Angela Merkel.

La decisión de de responder positivamente al interés de las empresas suizas y alemanas de participar en este proyecto tiene que ver con la enorme experiencia que tienen estos dos países, principalmente la Confederación Helvética, en corredores de comercio e infraestructuras de transporte.

Las compañías ofrecen una tecnología avanzada en este ámbito, dentro de la que destacan componentes y, en particular, los vagones para trenes de cremallera, capaces de superar el reto que implica atravesar los Andes.

Morales recordó que “Bolivia compra mucha tecnología a Europa para su industrialización y para incorporar valor agregado a sus recursos naturales”.

Por su parte, Leuthard recalcó que, “además de todos los conocimientos tecnológicos”, el tren Bioceánico requiere fundarse en “un modelo económico que permita la rentabilidad de todo el proyecto a largo plazo”.

Agregó que, por esta razón, no se trata sólo de transportar mercancías, sino también pasajeros y que se le dote de una dimensión turística.

medio ambiente

El aspecto medioambiental del macroproyecto estuvo presente en el diálogo entre los gobernantes boliviano y suiza, así como en las preguntas de los periodistas, a lo que Leuthard respondió que “el presidente (Morales) es consciente de que hay puntos sensibles y habrá una planificación adecuada”.

Dejando en evidencia la distancia entre el enfoque suizo y el de China – que también había manifestado enorme interés en participar en este proyecto -, la presidenta de turno de Suiza enfatizó que la cooperación con Suiza garantiza que el Bioceánico generará empleos locales.

“Lo importante es que se creen puestos de trabajo en la región y que no sea un país externo el que llegue y haga el trabajo por ustedes”, comentó dirigiéndose a .

Como lo hace en proyectos en distintas partes del mundo en desarrollo, donde invierte directa o indirectamente, el plan de China era que sus propios obreros se ocuparan de los trabajos.

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Fuente: EFE