La ciencia puede dar una estimación más o menos fiable de cómo se produciría el fin de la existencia, teniendo en cuenta de que ninguna es segura y que todas se basan en suposiciones con mayor o menor porcentaje de probabilidad.

Finales que implican la destrucción de la Tierra

. El Sol se vuelve una estrella gigante roja (en 5.000-6.000 millones de años). La evolución natural de nuestra estrella es que se desprenda de su capa exterior formando una nebulosa, que arrasará con Mercurio, Venus y, muy probablemente, con la Tierra, en un proceso que puede durar unos 600 millones de años.

. Un cometa/meteorito se estrella contra el planeta (fecha indeterminada). Numerosos objetos se acercan cada día a la Tierra. Pero la mayoría no llegan a colisionar por ser tan pequeños que se evaporan al contacto con la atmósfera. Sin embargo, parte de la comunidad científica ve como posibilidad que varias de las cinco extinciones masivas del planeta se produjeran por culpa del impacto de un gran meteorito.

Finales con desaparición de la vida en la Tierra

. Cambio climático (los glaciares pueden desaparecer en el 2350, según la ONU). Algunos estudios alertan de que un cambio climático brusco puede romper el delicado equilibrio de la Tierra y elevar las concentraciones de gases tóxicos en la atmósfera, hasta hacerla irrespirable para el ser humano.

. Supervolcán (uno cada 100.000 años). Hace 73.000 años, una gigantesca erupción en la isla de Toba (Sumatra) creó una descomunal nube de cenizas que provocó deforestaciones a miles de kilómetros de su origen y vino acompañada de una edad de hielo “instantánea” que bloqueó los rayos solares y bajó las temperaturas una media de 16ºC en todo el planeta.

Finales que implican solo la desaparición de la Humanidad

. Pandemia mundial (sin fecha conocida). La Humanidad ha vivido plagas que diezmaron de un modo considerable su población en los siglos VI y XIV.

. Megatsunami (sin fecha conocida). Puede ser causado por el impacto de un bólido espacial o por movimientos tectónicos y llevar una ola de miles de metros de altura a todo el mundo, como ya sucedió a pequeña escala hace 8.000 años, cuando el volcán Etna causó un tsunami que se llevó por delante toda la civilización existente en las costas del Mediterráneo.

Fuente: ABC.es