“Jeny”, una mujer que fue cooptada por las FARC junto con su prima cuando tenía 12 años y que logró escapar recientemente, contó al periódico español ‘El Mundo’ las atrocidades que sufrió y las que la obligaron a cometer en las filas de la guerrilla.

“¿Quiere saber de su prima? Fue fusilada, la matamos el 3 de enero porque se iba a volar. ¿Usted tiene algo que ver con lo que ella iba a hacer?”, le increpó una vez un líder de los terroristas. Así ella supo que su prima había sido asesinada y que su única posibilidad de sobrevivir era fugarse.

Por ello, en julio pasado, aprovechó que la mandaron a un caserío a hacer un recado y escapó. Actualmente es una más de los 18.419 guerrilleros que han abandonado la banda terrorista desde 2002 para acogerse al Programa de Reintegración.

“Jeny” revela que los menores son amenazados con la muerte e incluso ejecutados cuando todavía intentan resistirse a su nueva vida con las FARC y huir para reencontrarse con su familia. La disciplina impuesta por los terroristas se logra con sangre.

Cuando llevaba cinco meses en las FARC, intentó ir a su casa para despedirse de su familia. “Olvídese del papá, la mamá y los hermanos. La familia la tiene acá”, le dijeron. No volvió a saber de ellos.

Con el pasar de los meses, fue resignándose y habituándose a la disciplina. Pero había acontecimientos que la marcaban y le recordaban que esa guerra no era suya. Su frente participó en la masacre de Bojayá, en la que fueron asesinados 119 civiles.

Una de sus peores pesadillas fue abandonar a la hija que tuvo con un guerrillero. Su comandante descubrió el embarazo cuando estaba muy avanzado y el enfermero que practicaba los abortos en el frente no llegó a tiempo de hacérselo. La obligaron a entregar el bebé a una señora que colaboraba con la guerrilla.

Las guerrilleras son forzadas a practicarse abortos. “A una compañera le hicieron un aborto a los ocho meses de embarazo. Se lo sacaron con pinzas y ella quedó como loca”, cuenta “Jeny”.

Fuente: Infobae.com

TAGS RELACIONADOS