Una madre de dos niños fue condenada a un año de prisión después de manejar a más de 120 kilómetros por hora durante una persecución policial en el Reino Unido, hecho sólo terminó cuando el motor de su coche sin seguro explotó.

Se trata de Megan Nolan, de 24 años, natural de Manchester, quien llevaba a sus amigos a casa después de una noche y llamó la atención de una patrulla de la policía porque estaba acelerando.

Para evitar ser capturada, Megan Nolan aceleró y se pasó varias luces rojas, forzando a la policía a solicitar apoyo. Sólo se detuvo cuando su motor Volkswagen Scirocco explotó.

Megan Nolan fue encarcelada por un año después de que un juez del Tribunal de la Corona de Manchester le dijera que era lo peor que había visto en sus 15 años de carrera.

El juez Martin Rudland le dijo a Megan Nolan que su manejo era “egoísta y ridículo”, y no enviarla a prisión sería “tremendamente equivocado”.

Megan Nolan, que pensó tomar un trabajo como ayudante de enseñanza en septiembre, había estado bebiendo con los amigos el 4 de junio este año antes de volver a casa alrededor de la 1 de la madrugada.

Su exceso de velocidad llamó la atención de una patrulla de la policía de Manchester, que inició una persecución del vehículo. Este se pasó dos luces rojas y parecía que lograba escapar.

Sin embargo, una segunda patrulla de la policía la alcanzó, obligando a Megan Nolan a volver a la autopista para detenerla.

Megan Nolan se declaró culpable en el Tribunal de Magistrados de Manchester y Salford, en una audiencia anterior, por conducción peligrosa y sin seguro. Ella lloró al escuchar su condena de un año de prisión.

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