La Euthanasia Coaster es una montaña rusa que, en un principio no es diferente al resto, pero que en su recorrido realiza una serie de maniobras a gran velocidad y altura que terminan privando al cerebro de oxigeno, provocando una serie de fallas que culminan en la muerte del pasajero.

Julijonas Urbonas, su creador, la define como una “Forma humana de quitar la vida con elegancia y euforia”. Su proyecto, por suerte, tiene mínimas posibilidades de llegar a convertirse en realidad, pero igualmente llama la atención.

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Los ocupantes de la Euthanasia Coaster, comienzan su viaje subiendo de forma empinada hasta llegar a una altura de 510 metros. La caída es brutal, alcanzando velocidades de 360 kilómetros por hora, para luego entrar a una serie de loops o bucles, que se van haciendo cada vez más pequeños.

En esos loops, los pasajeros estarían sometidos a una fuerza gravitacional de 10, imposible de soportar para un humano, y de a poco van apareciendo señales de que se acerca el final. Primero todo comienza a oscurecer hasta se pierde la vista y luego sufrir un desmayo. Por falta de oxigeno en el cerebro, este colapsa y la persona termina muriendo.

Si bien el viaje dura 3 minutos y 20 segundos, son 60 segundos los que llevan a la muerte.

Cabe resaltar que el proyecto Euthanasia Coaster no fue creado para funcionar, sino que llamar la atención de la gente y, propiciar la discusión sobre la prolongación de la vida y eutanasia.