Nasrin Hamalaw tiene 55 años y, en la década del 70, había combatido contra las fuerzas de Saddam Hussein. La muerte de su única hija provocó que volviera a la línea del frente para luchar contra los terroristas islámicos.

Cuando tenía 30 años de edad, la hija de Nasrin Hamalaw murió luchando contra los terroristas del Estado Islámico en Irak. Ahora, la destrozada mujer planea hacer justicia volviendo a la línea del frente para vencer a los extremistas.

“Ellos son la suciedad”, afirmó en una entrevista para el diario británico Daily Mail. “Son las personas más sucias del mundo, especialmente para aquellos de nosotros que somos mujeres. Si te agarran, te matarán, violarán o harán lo que quieran. Quebrarte es su negocio”, agregó.

La señora Hamalaw es coronel de las Fuerzas Armadas kurdas y forma parte de la guerra contra los yihadistas.

Su hija Rangin, una capitana del 2 º batallón peshmerga femenino y la madre de un hijo de siete años, era una valiente luchadora. “Estoy orgullosa de cada cosa que hizo y tengo tantos buenos recuerdos de ella”, explicó su madre entre llantos.

Rangin, la primera mujer de las fuerzas kurdas en ser asesinada, murió después de que un mortero explotara cerca de su posición durante los combates, dejando su cuerpo acribillado de metralla.

Los padres de la fallecida están regresando a la línea del frente y han jurado matar a tantos yihadistas como les sea posible antes de que ellos los maten.

“Desde el día del primer ataque del ISIS, sabíamos acerca de la posibilidad de que tuviéramos que morir por nuestro país”, explicó el padre, Yousuf Majid, quien también forma parte del ejército.

La pareja admite que se han quedado con el corazón roto por la muerte de su hija y dicen que lo único que les queda es la venganza. “Todos en su familia han sido revolucionarios, y mi abuelo, mi hermano, mi tío y mis primos fueron asesinados luchando por el país. Yo no le he enseñado otra cosa, sólo eso. Ella murió por la libertad y la independencia”, afirma el padre.

Fuente: Infobae