“Decidí venir a la pelea porque sentí que era mi deber”, explicó la joven Samantha Johnston en una entrevista con el diario británico “The Times”, donde aseguró que se unió a la milicia de forma voluntaria y afirmó que se siente como en casa.

La historia de Samantha comenzó a ser conocida luego que decidiera contar algunas experiencias en su perfil de Facebook. En esa red social comparte fotos de sus familiares vestidos como militares y varias de sus publicaciones fueron populares en sitios web sobre noticias kurdas.

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Entre 2008 y 2011 sirvió en el Ejército de Estados Unidos, desempeñándose como ingeniera geoespacial. Es divorciada, tiene un hijo de cinco años y gemelos de tres.

Cuando llegó al aeropuerto, se sintió sumamente triste, derramó lágrimas y casi cambia de opinión. Pero finalmente decidió viajar porque no podría mirar a la cara a sus hijos y decirles que no hizo nada para ayudar a las familias desamparadas por el Estado Islámico en Irak.

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A su regreso, planea fundar una organización humanitaria que pueda seguir ayudando a la comunidad kurda. En una de sus fotos de Facebook aparece repartiendo bocaditos a niños. “Estoy con gente increíble y me encanta estar aquí”, señaló en otra publicación.

Samantha contó que comenzó a investigar sobre el conflicto luego que el ISIS arrasara partes de Irak y Siria en 2014, aterrorizando a la minorías religiosas y étnicas.

Fuente: Infobae.com