En diversos videos que contienen material de ejecuciones tanto de civiles como de soldados de ejércitos rivales, el Estado Islámico ha publicado sangrientos castigos que luego ha difundido en un nuevo intento de aterrorizar a los musulmanes e imponer su visión radical del islam.

En el campo militar, dos de los videos siguen la estela de la ejecución del piloto jordano, que conmocionó al mundo porque se trató de un aviador que cumplía funciones como parte de la coalición que lidera los Estados Unidos.

Sin embargo, menos de una semana después de ese brutal asesinato en el que quemaron vivo a Muaz Kasasbeh, lanzaron “La cosecha de los apóstatas”, un corto en árabe en el que se ve a tres exintegrantes de las fuerzas de Bashar Al Assad que fueron capturados en Raqqa, centro de operaciones del califato de Abu Bakr al Baghdadi.

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La repercusión en Occidente fue menor. Pero se trata de una práctica ya común para ISIS, que ha ejecutado a cientos de integrantes de Ejércitos rivales e incluso a integrantes de sus fuerzas a los que ha considerado espías o desertores.

Su estrategia mediática post-Kasasbeh parece basarse en una masiva difusión oficial de ejecuciones contra musulmanes destinadas a ejercer el terror en la población y los países vecinos. Otro de los contenidos dice victimizar a tres acusados de malversar fondos: “Poniendo límite a la corrupción en Halab”.

Se trata de un video con el mismo tipo de tratamiento que las demás ejecuciones, pero esta vez es contra civiles que según su criterio han cometido delitos imperdonables y son ejecutados de un tiro en la nuca en una plaza pública y a plena luz del día.

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Luego, sus restos son colgados y exhibidos ante la muchedumbre. Este tipo de contenidos no solían ser tratados de la misma manera que las ejecuciones de rehenes occidentales, sino que se conocían por grabaciones caseras de los propios asistentes que las difundían.

El último de sus sangrientos contenidos es la muerte de “un soldado de los alauitas en las manos del Estado Islámico” en Al Khayr. Es trasladado con el habitual uniforme naranja de sus prisioneros para ser ejecutado de un disparo en la nuca.

Fuente: Infobae.com