El grupo terrorista Estado Islámico (EI) tiene al enemigo dentro de su “califato”, pero no sabe quién es, por lo que ha comenzado a construir una zanja gigante para protegerse del grupo que le ha atacado en los últimos meses en el noreste de Siria.

El foso tiene una longitud de unos 70 kilómetros y se extiende por el este de la provincia nororiental siria de Deir al Zur a lo largo de la ribera sureña del río Éufrates, desde la población de Al Bukamal, en la frontera con Irak, hasta el desierto de Al Mayadín.

El director y fundador del grupo de activistas Deir al Zur bajo el Fuego, Wael al Omar, explica a Efe por Internet que aunque se trata de una sola zanja, este se corta en algunos puntos.

Al situarse en una área desértica, la enorme zanja, sobre la que el EI no se ha pronunciado, apenas obstaculiza la circulación de vehículos o personas, porque por allí no pasa ninguna carretera principal.

LEE TAMBIÉN: Estado Islámico: Detienen a menor paraguayo que pertenecía al ISIS

Y es que desde comienzos de este año los militantes de la organización extremista han sido blanco de varios ataques perpetrados por grupos de desconocidos en el este de Deir al Zur, sobre todo, en las localidades de Al Mayadín y Al Bukamal.

En tan solo una semana en enero, diez integrantes del grupo radical fueron asesinados en esa región e incluso algunos efectivos de su cuerpo parapolicial, bautizado como “hisba”, han sido secuestrados.

No se sabe a ciencia cierta la identidad de los autores de los ataques contra el EI, ya que no existen videos ni fotografías de ellos, a diferencia de otras facciones en Siria que suelen publicar en Internet sus ataques, tanto si son contra el régimen, como si son contra el EI u otros grupos.

Al Omar opina que podrían ser milicias del régimen de Bachar al Asad, mientras que Al Hakim no descarta que sean excombatientes del opositor Ejército Libre Sirio (ELS), aunque reconoce que nadie sabe realmente quiénes son, porque “su trabajo se caracteriza por el secretismo”.

Fuente: EFE

TAGS RELACIONADOS