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Las fuerzas de la coalición y Estados Unidos utilizan una base, situada en un lugar no revelado, para lanzar ataques aéreos contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Irak y Siria.
Según Getty Images, los drones MQ-1B Predator o aviones no tripulados (UAV) de EE.UU, que llevan misiles de tierra Hellfire se encuentran en una base aérea secreta en la región del Golfo Pérsico.
Los drones en la base son operados y mantenidos por el 46a Expeditionary Reconnaissance Squadron (Escuadrón de Reconocimiento Expedicionario), adscrito actualmente a la 386a Air Expeditionary Wing.
Según “The Washington Post”, CIA y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales de EE.UU (JSOC) han puesto en marcha una campaña secreta de liquidación de líderes del Daesh en Siria.
Aunque el Centro de Contraterrorismo (CTC) se encarga de la identificación y la localización de los líderes del ISIS, los ataques mortíferos los lleva a cabo exclusivamente el JSOC sin participación de la CIA.
Para el nuevo programa, la CIA y las Fuerzas de Operaciones Especiales han llevado a la zona aparatos drones y personal desde otras regiones en conflicto, como Afganistán y Pakistán, donde se sigue reduciendo la presencia de efectivos norteamericanos.
La participación de la CIA en la guerra de Siria respondería en buena parte a una falta de efectividad de los bombardeos convencionales, teniendo en cuenta la dificultad que entraña la búsqueda de objetivos de un ejército cuyas posiciones se hallan mucho más ocultas y dispersas.
