Los seis fueron llevados caminando hacia el medio de la plaza pública, con los ojos vendados y las manos atadas detrás de la espalda. Allí los espera el verdugo con una pequeña plataforma de madera sobre el que los hacen apoyar sus cabezas. Uno por uno, son decapitados con una larga espada, de un solo golpe.

“Ésa es una venganza por hacer la guerra contra Alá y su mensajero”, anunciaron los adeptos de ISIS: “Quien mate a musulmanes o derrame su sangre se gana la decapitación, como dijo Alá, el Todopoderoso: ‘Denle en la nuca y eliminen todas las huellas’ de este servidor del demonio que ha hecho explotar un coche para aterrorizar a los musulmanes’”.

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Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Al Mayadin es una de las poblaciones en las que ISIS ha puesto el foco en el reclutamiento de niños para incorporarlos a sus filas en masa: a fines de marzo se llevaron unos 400 para alistarlos en Ashbal al Khilafah, apodados “los exploradores del Califato”.

Fuente: Infobae.com

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