Cuando Mandy Ashforth tenía 17 años conoció a Barry Moat durante una excursión de chicas a un camping de Bridlington (Inglaterra), rápidamente quedó prendada de él y pasaron toda la noche juntos. Ella tenía que irse al día siguiente pero hicieron planes y acordaron encontrarse en la estación del autobús una semana después.

Ashforth pasó dos horas esperando en la estación del autobús pero Moar nunca apareció y ella volvió a su casa con el corazón roto.

Durante las tres décadas siguientes a su fallido encuentro, Asforth nunca fue capaz de quitarse a su antiguo amor de la cabeza y decidió buscarlo de todas las formas posibles, incluso fue a buscarlo a la ciudad donde vivía, pero sin ningún éxito.

Cuando Ashforth, tras 12 años de relación, se separó de su marido a principio de este año, reanudó la búsqueda de Moar en Facebook una vez más. Sin embargo, algo cambió: Ella siempre había escrito “Barry” en el panel de búsqueda, pero por una razón desconocida esa vez tecleó “Barrie” y un nuevo perfil apareció.

Ella le mandó una petición de amistad, él aceptó y ella le preguntó si era el chico que había estado con ella en Bridlington en el año 1982. Por supuesto, fue él. Tras esto, comenzaron a mensajearse hasta que tras un mes de conversaciones, decidieron volver a verse. Por lo visto, la química que surgió hace 31 años aún seguía activa

En junio, 5 meses después de su encuentro, Moat le propuso matrimonio a Ashforth, y ella aceptó. Actualmente se encuentran planeando su boda, que seguramente se celebrará en junio de 2014.

“Siempre pensé en él, era mi primer amor y a pesar de los años que han pasado, siempre soñé con volver a verlo”. “Todavía tengo que pellizcarme para saber que somos una pareja, que todo esto es real y que vamos a pasar el resto de nuestra vida juntos”, declaró Ashforth.

Fuente: Telecinco.es