Golden Spike, una empresa de viajes espaciales privados hasta ahora desconocida, pero que empezó a operar hace dos años, anunció un ambicioso plan para enviar personas a la Luna. La idea es enviar equipos de dos personas a la superficie del satélite y luego traerlas de vuelta, por USD$750 millones por pasajero.

Si el plan resulta, los pasajeros de Golden Spike serían los primeros en llegar a la Luna desde la misión Apolo 17 en 1972. Según la firma, el primer lanzamiento costaría entre USD$7.000 millones y USD$8.000 millones, pero luego los siguientes viajes serían mucho más baratos, a un costo de USD$1.500 millones cada uno. Esa cantidad es menor a lo que cuestan algunas de las misiones de lanzar robots al espacio.

El presidente y CEO de Golden Spike es Alan Stern, quien anteriormente encabezó la dirección de misiones científicas de la NASA, y fue investigador de la misión New Horizons, una sonda que se dirige a Plutón.

Según Stern, hay gobiernos que estarían interesados en enviar astronautas a la Luna, como también turistas y empresas (mineras, por ejemplo) que pagarían un pasaje.

La compañía espera tener a sus primeros pasajeros en 2020, aunque el plan es hasta ahora hipotético. Golden Spike necesita recaudar USD$8.000 millones para poder sacar adelante la idea, para lo que pretenden hacer una pre-venta de pasajes, y vender derechos de marketing y publicidad.