Con apenas 40 años, Henrique Capriles acumula una larga carrera política que le ha llevado a ser elegido dos veces gobernador de Miranda, presidente de la Cámara de Diputados y alcalde; y ahora, se ha convertido en el candidato opositor con mayor número de victorias en las urnas, aunque no pudo vencer a Hugo Chávez.

Nunca tuvo problema en reconocer la necesidad de mantener los programas sociales de Chávez, además de subrayar la necesidad de ir al grano, asegurando que él, a diferencia del fallecido presidente venezolano, no iba a estar hablando durante horas en la televisión.

Ahora está dispuesto a “luchar” ante el candidato chavista y presidente encargado, Nicolás Maduro, a quien acusó de mentir y de usar el dolor de los seguidores de Chávez para lograr réditos políticos.

Capriles pertenece a la clase alta caraqueña. Por lado paterno forma parte de una familia de dueños de medios de comunicación y empresas inmobiliarias, entre otros intereses, y por la parte materna sus parientes poseen un importante complejo de salas de cine.

Aunque sus apellidos están asociados al poder empresarial, ha procurado desvincularse de una imagen elitista o poderosa para captar simpatías entre las clases más desposeídas.

Durante la campaña, ha recorrido el país de punta a punta con un discurso en el que no escatimó en críticas al Gobierno por la inseguridad, la falta de productividad en el país, problemas de educación y la corrupción.

Ha prometido aumentar el salario mínimo, dar oportunidades a todos sin importar su color político y acabar con el regalo de los recursos petroleros del país.

Seis meses después de ser derrotado por Chávez por el menor margen con que el cayeron todos sus contrincantes desde 1999 (55,5% frente a 44,39%), Capriles vuelve a ponerse al frente de las esperanzas opositoras para poner fin a 14 años de chavismo.

Fuente: EFE