Esos edificios permanecieron varios minutos cerrados tras recibir informes sobre dos paquetes sospechosos.

Los agentes reabrieron los edificios Rusell y Hart (ambos pertenecientes al Senado) y permitieron que el personal allí confinado los abandonase, tras garantizar que la situación estaba “totalmente despejada”, según informó la cadena CNN.

La policía analizó los “paquetes sospechosos” e interrogó al individuo que los entregó en la recepción de esos inmuebles, tras lo que decidió levantar el confinamiento, aunque por el momento no han trascendido los resultados del análisis.

El protocolo de seguridad del Congreso no permite entregar paquetes ni sobres directamente en sus instalaciones, por lo que la correspondencia debe llegar a una oficina situada a las afueras de la capital, en el estado de Maryland.

El suceso tuvo lugar un día después de que se detectara ricina en un sobre enviado al senador republicano Roger Wicker, y poco después de conocerse que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) investiga otra carta con una “sustancia sospechosa” enviada al presidente estadounidense, Barack Obama.

Foto: EFE