La maestra Victoria Soto se convirtió en una de las heroínas del tiroteo en el colegio Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, luego de que usara su cuerpo como escudo humano para salvar la vida de varios niños.

“Puso su cuerpo entre el pistolero y sus alumnos”, aseguró su primo Ames Willsie en una entrevista para ABC News. “Sus instintos la empujaron a proteger a sus chicos de cualquier daño que pudieran sufrir. Perdió la vida haciendo aquello que más quería”, señaló

La profesora escondió a todos sus alumnos en los armarios del aula. Cuando Adam Lanza llegó y preguntó por los pequeños, ella le mintió y le dijo que estaban en el gimnasio. El asesino le disparó al instante.

“El sueño de su vida era ser profesora”, aseguran sus familiares. Además de enseñar en el primer grado de Sandy Hook, Victoria estudiaba educación especial en la Universidad Estatal de Southern Connecticut.