Cecil Williams, de 60 años, cayó a las vías muy poco antes de la llegada de un tren de la línea A en la estación de la calle 125 de Manhattan.

Orlando había tratado de prevenir a su propietario con ladridos y tirones de que estaba demasiado cerca del borde, pero Williams acabó cayendo. El perro se lanzó a las vías tras su dueño, al que estuvo lamiendo para intentar que se levantara, según relataron varios testigos a medios locales.

Pocos segundos después llegó un convoy, aunque el hombre tuvo el reflejo de situarse entre las vías, donde el espacio es más profundo, por lo que dueño y perro sobrevivieron.

Williams fue trasladado a un hospital, donde fue atendido de un corte en la cabeza, siempre con el fiel Orlando a su lado.

Fuente: EFE