Una corte federal de Estados Unidos rechazó la solicitud del sacerdote católico Gerald Robinson que fue sentenciado por el asesinato de una monja, en 1980, y que quería pasar sus últimos días de vida en su natal Ohio.

Richard Kerger, abogado del cura, pidió a la corte que el padre había estado en un hospital para enfermos terminales de una prisión de Columbus, después de sufrir un ataque al corazón, por lo que desea morir en la ciudad de Toledo, en Ohio. Solicitó a los jueces liberar a Robinson para que fuera cuidado por su hermano y su cuñada.

Sin embargo, el juez federal James Gwin rechazó la solicitud, pues concluyó que su corte no tiene la jurisdicción para otorgar una liberación humanitaria. Argumentó que Robinson no puede obtener esa liberación bajo la ley federal vigente.

La defensa del padre afirma que su cliente podría vivir un mes o 2 más. No obstante, la ley de Ohio no permite que un asesino convicto, que no puede obtener libertad condicional, sea liberado para reducir su dolor y sufrimiento.

Robinson fue sentenciado en el 2006 por matar a la hermana Margaret Ann Pahl durante un fin de semana de Pascua en Ohio donde trabajaban. Cumple una sentencia a 15 años sin posibilidad a libertad bajo palabra, pero afirma su inocencia.

Fuente: Azteca Noticias