En Cambridge, en Estados Unidos, un hombre grabó el preciso momento en que un halcón derriba su cuadricóptero cuando este se encontraba en pleno vuelo.

Las imágenes fueron grabadas con la cámara instalada en el aparato. “El halcón y el cuadricóptero salieron ilesos”, escribió el autor del video.

Por ahora los drones de uso civil hacen más ruido que un millón de abejas, algo así como una motocicleta voladora y en realidad no intimidan a nadie, todo lo contrario. Otros vuelan tan alto que pasan completamente inadvertidos.

Vuelan y tienen ojos, cámaras que captan el mundo desde otra pespectiva fascinante pero que también pueden ver lo que usted está haciendo en el patio de su casa o en cualquier otro lugar.

Para los drones el cielo es el limite o las garras de un halcón irritado como sucedió en este video grabado por el aficionado.