Krystle Campbell, una joven graduada en 2001 de la Medford High School en Massachusetts, es otra de las tres víctimas que murieron tras las explosiones en la Maratón de Boston.

La primera explosión la sorprendió junto a una de las tribunas de la línea de llegada junto a su amiga Karen Rand y las voló por los aires a las dos. Karen sobrevive por ahora gracias a la ayuda de los médicos. Krystle falleció casi en el acto, convirtiéndose en la segunda víctima mortal del atentado.

Al principio los médicos le dijeron a su familia que Krystle había sobrevivido a la explosión. Pero al entrar a verla sus padres descubrieron que quien se encontraba en la habitación no era su hija sino su amiga.

“Pregunté dónde estaba mi hija y nadie sabía nada”, decía su padre William Campbell. “Los médicos estaban tan impactados como yo”. Solo después de una hora llegó un agente de la policía de Boston con una fotografía de Krystle y la noticia de que había fallecido durante el maratón.

Krystle trabajaba como encargada en un restaurante de la vecina ciudad de Arlington y quienes la conocen la describen como una chica risueña y muy especial.

“Tenía un gran sentido del humor, muchas pecas y un pelo rojo que tenía que ver con su origen irlandés. Trabajaba duro en todo lo que hacía. Tenía muchas ganas de vivir y hablaba muy alto pero todos amaban su voz”, afirmó este martes el alcalde de Medford, Michael McGlynn.

Fuente: CCN y Elmundo.es