Una valiente adolescente ha compartido con el mundo su lucha contra la escoliosis. Hannah solo tenía 9 años cuando empezó a usar aparatos reguladores de columna las 23 horas al día con la esperanza de enderezar su espina dorsal.

Sin embargo, el aparato no funcionó así que tuvo que someterse a una cirugía y dejar que su tía fotografiara todo el proceso.

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Hannah tuvo que contarle a sus compañeros de escuela acerca de su condición pues se alejaría de las clases por un largo tiempo. Ellos se mostraron sorprendidos porque nunca notaron el aparato.

La espina de Hannah fue fusionada con varas de titanio, un doloroso procedimiento que requirió dos meses de recuperación.

La espalda de Hannah sanó muy bien y está lista para regresar a la escuela este año. Su tía, Julia Cybularz, documentó el proceso de Hannah de principio a fin y dijo que la niña ahora está libre y ya quemó su aparato.

Fuente: Dailymail