Abandonada por sus propietarios apenas cuando tenía dos meses de edad tras nacer con dos patas delanteras paralizadas, Daisy tenía un difícil comienzo de la vida.

Daisy, un cruce de Grifón de Bruselas y Terrier, estuvo a punto de ser sacrificada luego que un oficial de control de animales programara su muerte por su abandono.

Sin embargo, en el último minuto un centro de adopción de la localidad californiana de Bellflower la salvó de ser sacrificada y hasta recaudó dinero para comprarle una silla.

Ahora Daisy tiene un nuevo dueño y le gusta pasar su tiempo en ir a dar largos paseos en su silla rosada brillante.

“Estoy muy orgullosa y feliz de ver a Daisy moviéndose. Sin la silla, ella salta como un conejo y consume una gran cantidad de energía, por lo que las ruedas significa que podemos ir en paseos más largos”, contó a Daily Mail su propietaria.