Las Vegas, situada en un desierto, se secará. Las reservas de agua de la ciudad se agotan, y el único depósito de agua cercano, el del Lago Mead, no será capaz de salvar a ‘la ciudad del Pecado’.

La falta de agua en ‘la ciudad del Pecado’ se debe a una variedad de factores. Primero, el periodo de sequías en la región empezó ya hace 14 años: cabe mencionar también que se trata de un desierto que no suele tener mucha lluvia, incluso en los años ‘normales’.

Segundo, Las Vegas goza de notoriedad por sus despilfarros de agua. La ciudad consume más de 832 litros diarios por habitante (se puede comparar con la ciudad de San Francisco, por ejemplo, que utiliza solo en torno a 186 litros por persona).

El gasto excesivo y las sequías regulares resultaron en que el Lago Mead, el único depósito de agua de Las Vegas que provee un 90% de todas las demandas de la ciudad, no está completamente lleno desde el año 1983.

¿Qué opciones tiene el Gobierno de Nevada?

Las autoridades intentan instalar un tubo cerca del fondo del Lago Mead para tener la posibilidad de extraer agua aunque su nivel siga disminuyendo. Esto es una solución a corto plazo.

Otra variante es construir un acueducto desde la capa freática de Nevada, que se sitúa a casi 420 kilómetros de Las Vegas. La construcción costaría unos 15.500 millones de dólares, pero los defensores del medio ambiente se oponen ardientemente al proyecto porque supone un riesgo enorme para el ecosistema local.

La tercera opción es crear una infraestructura de desalinización del agua del Océano Pacífico para abastecer las regiones costeras, lo que permitiría a Las Vegas utilizar toda el agua del río Colorado para sus necesidades.

Pero tampoco es una solución fiable. Según el científico del Centro de Biodiversidad de Las Vegas Rob Mrowka, Colorado es un río a punto de desaparecer. “Como resultado Las Vegas y toda la civilización en el sureste de EE.UU. van a desaparecer como los indígenas en el pasado”, pronosticó.

Fuente: RT