El presidente de EE.UU., Barack Obama, y un empleado de seguridad subcontratado con antecedentes penales que iba armado compartieron ascensor en Atlanta el día 16 de este mes, un incidente que viola los protocolos del Servicio Secreto, según una información exclusiva de The Washington Post.

Obama visitaba en ese estado los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para analizar la respuesta de la nación ante la epidemia de ébola en África y, según las fuentes consultadas por el diario, no fue informado del supuesto fallo de seguridad.

Los protocolos del Servicio Secreto obligan a investigar el historial delictivo de todos los empleados, invitados y voluntarios en varias bases de datos, un examen que también deben pasar los subcontratados por el Gobierno para labores de seguridad, explicaron las mismas fuentes.

El empleado de seguridad despertó las sospechas de los agentes del Servicio Secreto al negarse a dejar de grabar con su móvil a Obama durante los minutos que compartieron espacio.

Cuando salieron del ascensor, los agentes le interrogaron y fue entonces cuando descubrieron que había sido declarado en tres ocasiones culpable por asalto y agresiones, así como que estaba en posesión de un arma en ese momento.

La directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, no remitió lo ocurrido a la unidad de investigación que revisa normalmente las violaciones de protocolo, sino que prefirió una “revisión interna”, según las fuentes del Post.

Este incidente ha trascendido el mismo día que Pierson compareció en una audiencia ante la Cámara de Representantes para responder ante los fallos de seguridad de la agencia que dirige, el último ocurrido el 19 de este mes cuando un hombre armado logró por primera vez entrar en la Casa Blanca.

Fuente: EFE