El astrofísico de la NASA Alphonse Sterling dijo que el eclipse total, en el que la Luna pudo verse de un intenso color rojo, duró una hora y 18 minutos y que había empezado la fase en la que el satélite está recuperando su habitual brillo amarillo.

Este eclipse, que empezó hacia las 07:00 GMT y duró menos que otros recientes de hasta 107 minutos hace dos décadas, se pudo ver desde toda América y es el primero de una tétrada de lunas rojas que se repetirá prácticamente cada seis meses hasta dentro de año y medio, un fenómeno que sólo ocurrirá siete veces en este siglo, según la NASA.

Los eclipses totales de la Luna se producen cuando hay un alineamiento casi perfecto entre el Sol, la Tierra y la Luna, al proyectar la Tierra su sombra sobre el satélite cuando está en fase de Luna llena, un fenómeno poco frecuente que se produjo, el último de ellos, el 10 de diciembre de 2011.