En un siglo se pueden ver unos 200 eclipses de Sol, de un tipo o de otro, pero solo se producen 10 eclipses solares híbridos, como el que se verá el 3 de noviembre y que representan solo el 5% de todos los tipos de eclipses de Sol.

Este eclipse híbrido comenzará siendo anular, para luego pasar a ser total y finalmente anular, de ahí que se denomine híbrido. Este fenómeno es muy fácil de entender.

Verán el eclipse total aquellos que lo observen cercano a su mediodía, y lo verán anular, aquellos que lo contemplen próximo a la salida o puesta de Sol (en los extremos del globo terráqueo), ya que están más lejos de la Luna y la sombra no llega completamente a la Tierra.

Para que un eclipse híbrido se produzca, el tamaño aparente de la Luna y el Sol deben ser casi exactamente iguales o iguales. ¿Cómo así? Porque el Sol está 400 veces más lejos de la Luna que la Tierra de ella. Con el alejamiento de la Luna, poco a poco, los eclipses totales y los híbridos dejarán de existir, para dar paso a los anulares y parciales.

El eclipse anular-total (híbrido), comenzará a verse como anular al este de Estados Unidos en el océano, luego será total avanzando en el Océano Atlántico, atravesándolo sin tocar tierra hasta su llegada al ecuador de África.

La franja de la oscuridad pasará por el centro de Gabón y el Congo, norte de la República Democrática del Congo, norte de Uganda, noroeste de Kenia, finalizando al sur de Etiopía y la zona central de Somalia como anular.

El eclipse se verá como parcial en el este de América del Norte y central, en los países del norte de América del Sur, zona norte y central del Océano Atlántico, en Europa en toda España, sur de Italia, sur de Grecia y todas las islas del Mediterráneo, así como en Turquía, en casi la práctica totalidad de África y península Arábiga.

Fuente: ABC de España